"Porque yo no quiero trabajar, no quiero ir a estudiar, no me quiero casar.
Y en la cabeza tenia la voz de mi viejo, que me sonaba como un rulo de tambor."
Y en la cabeza tenia la voz de mi viejo, que me sonaba como un rulo de tambor."
Si "Into the wild" fuera una película Argentina, quizás este hubiera sido un tema de su banda sonora.
Pero ni siquiera Los Autenticos Decadentes llegan tan lejos como la película, en tomarse seriamente esta proclama. Cuando uno escucha el tema "La guitarra" (y lo pone en contexto con otros temas como "Los piratas"), se ve claramente un reconocimiento de la hipocresía de una persona que vive de sus padres, pero a la vez se llena la boca con palabras como "independencia" y "libertad".
Sean Penn, sin embargo, hace de esta proclama un asunto serio. En su película "Into the wild", detalla la vida de Chris McCandless, un joven que luego de una infancia traumática, decide donar sus ahorros a caridad y salir a recorrer el mundo. Despojarse de sus pertenencias y recorrer el país con destino final Alaska. ¿Su objetivo una vez allí? Vivir fuera de la sociedad, volver a la naturaleza, a un estado primario.
Como sinopsis, el párrafo anterior es una excelente premisa. El problema está en que la película basa su historia en hechos reales. Y es entonces cuando nos vemos obligados a observar durante 2 horas una batalla entre los hechos "duros" que se nos presentan como fruto de una investigación, por un lado, y las interpretaciones del escritor Jon Krakauer y luego del director Sean Penn por el otro.
- El review que sigue continene spoilers -
La primera batalla ocurre en una reunión familiar luego de que el protagonista se graduara. La idea es que se nos va a presentar a la dinámica de la familia, como primera muestra de la clase de padres que tiene el protagonista. En esta escena ocurre un intercambio más que interesante. Los padres lo felicitan, nos enteramos que el protagonista tiene 24.000 dólares de ahorros que va a utilizar para ir a Harvard, los padres ofrecen pagarle el resto y como muestra de su felicidad ofrecen comprarle un auto nuevo. Es ahí que tenemos la primer muestra clara de la doble historia que ocurre en esta película, por un lado la historia que el director querría contar, y por el otro lado la historia que cuenta lo que se ve en escena. La reacción del protagonista es extraña, fuera de lugar. En primer lugar, no quiere un auto y está bien, es comprensible que una persona quiera quedarse con su auto viejo (encariñamiento, no querer ostentar, no querer hacer entrar a sus padres en gastos), pero no es comprensible que de repente se ponga agresivo, ofendido. Acusa a los padres de "querer aparentar" y de que no quiere cosas nuevas, y después enfatiza "cosas, cosas, cosas". Esa es la escena, puesta para mostrar (utilizando detalles aledaños) que los padres del protagonista son crueles marionetas de una sociedad de consumo, seres fríos y estructurados mientras que el protagonista es un futuro Budha que rechaza regirse por las normas de una sociedad de consumo.
Pero cuando uno analiza la escena un poco mas profundamente, esta se revierte. Y es el protagonista el que queda como un desagradecido... y un hipócrita. Porque al fin y al cabo, su auto viejo también es una "cosa". Es una "cosa" a la que muchas personas de su edad no acceden... un auto y 24.000 dólares en la cuenta bancaria. Pero claro, para un chico de clase media alta que ya se perfila en un rebelde que va a liderar una rebelión espiritual, tener un auto viejo puede ser algo normal y aceptable, pero tener un auto nuevo (no tan nuevo, según asegura su madre, solamente mas seguro), es un acto impío. Una aberración frente a sus altos estándares morales. Y asi, lo que en cualquier situacion sería no mas que un berrinche adolecente, en esta pelicula es un indicio de espiritualidad.
El resto de la película sigue en ese doble tono. Por un lado, se nos presenta el cliché de la sociedad de consumo y el héroe que la escapa. Por el otro lado, el escritor tiene que presentar hechos innegables, producto seguramente de su investigación, que contradicen la interpretación.
El protagonista dona toda "su" plata a caridad y se va a recorrer el país. Durante las siguientes 2 horas, presenciamos una serie de berrinches de adolescentes, que serían una excelente película si no fuera porque de alguna forma se los pone en una luz agradable, como los actos de un alma elevada espiritualmente. Incluso es poco plausible la “justificación” de fondo para este viaje espiritual. La infancia “traumática” resulta ser dos padres que se pelearon, amenazaron con divorciarse, no se divorciaron, pero se siguen llevando mal (incluyendo un episodio de violencia fisica del padre a la madre). O sea que estamos ante un caso de “niño rico que siente tristeza”.
Incluso los personajes se rebelan contra el director y escritor. Cuando la mayoría de los personajes que el protagonista se encuentra en su camino tratan de poner cordura, el director presenta al protagonista como un incomprendido... nunca errado, solamente incomprendido. Dueño de una verdad superior.
En el desfile siguiente de personajes que el protagonista encuentra en su camino, se destaca Wayne, interpretado en forma excelente por Vince Vaughn. Y yo creo que la película hubiera sido excelente si hubiera sido un gran dialogo entre estos dos personajes.
Empieza con Chris, el protagonista, preguntándole a Wayne como cazar animales. Lo cual lleva a la pregunta.
Pero el director entiende lo que pasa, como mucha gente "entiende" lo que pasa cuando uno deja la civilización. Uno deja la ciudad, se va a la montaña, y de repente todos los problemas se acaban. Uno se encuentra con su propio yo, y llega al Nirvana. O al menos eso es lo que piensa mucha gente. Gringos que vienen a Argentina, porteños que se van "al sur". Siempre está esa visión idealizada de irse "into the wild". Siempre existe esa versión idealizada de los pueblos, en donde la gente tiene una mejor vida, mas cercana a la naturaleza, de alguna forma mas real.
Y en esta película se lleva esa visión, típica de la gente de clase media, al extremo. Yo, un niño mimado, pido unos consejos de caza a un extraño y me voy a la naturaleza a vivir en una choza, a cazar con mis propias manos. Porque vivir así es trivial, cazo ardillas y cada tanto un alce; uso un librito (pocket edition) para identificar plantas comestibles; y así vivo. Si unos indios de mierda/pueblerinos de mierda lo hacen, ¿tan difícil no debe ser, no?
Porque dejemos claro que esto es lo que se presenta en la película. No es la historia de un hombre que luego de sacrificarse toda su vida para obtener lo que tiene decide dejarlo todo para reencontrarse espiritualmente. Tampoco es la historia de un iluminado que decide retirarse al bosque. Tampoco es la historia de una persona que se prepara seriamente para enfrentar lo que significa vivir "in the wild". Es la historia de un chico que está enojado con sus padres y por eso tira todo lo que estos le dieron, se compra un librito de flora comestible y se va a vivir una temporada a una zona peligrosa en Alaska. Y se tiene la soberbia de presentar esta historia como algo viable e incluso loable. Es totalmente posible para un joven de clase media salir a "tocar de oído". Algo que gente que vive en la zona aprende en años y ejecutan con precaución, o que pueblos originarios pueden pasar como enseñanzas a través de generaciones, es una tarea simple para un loco lindo que se escapa de su casa en la ciudad.
La película podría haber sido dos buenas películas. Podría haber sido la historia de alguien que por imprudencia sale a hacerse el loco a Alaska y termina encontrando una situación que lo supera. O podría haber sido la historia de una persona que racionalmente decide abandonar la sociedad y retirarse a vivir solo luego de una preparación adecuada, para luego encontrar algún tipo de iluminación espiritual. Lamentablemente la película es un híbrido entre estas historias. Por un lado los datos que se presentan se inclinan a la primer historia, por el otro lado la interpretación, énfasis y datos que se inventan se inclinan a la segunda historia.
Se pueden hacer muchas otras consideraciones solo con mirar la película. Pero como esta película narra hechos reales, se puede también hacer otras consideraciones que se desprenden de investigar un poco en internet. Ahí se termina de enterrar el carácter heroico del personaje. Tenemos entonces que la muerte del protagonista hubiera sido evitable de haber tenido un mapa de la zona (provisiones de emergencia convenientemente ubicadas y una ruta de escape de la trampa en la que queda encerrado). Tenemos también que el lugar al que el protagonista se retira y donde finalmente muere no es realmente "wild" si no que es un paraje de gente que hace travesía por la zona. El protagonista muere literalmente en un refugio para exploradores, abandonado en esa época del año por ser una época peligrosa, pero frecuentado por cualquiera que decida salir de excursión. Y finalmente tenemos que la zona donde muere no es un lugar de gran belleza como los paisajes que se muestran en la película, si no un pantano infestado de mosquitos, algo no tan inspirador.
Es por eso que esta pelicula es en algun sentido una lucha entre director/escritor con su mirada por un lado y personajes con sus palabras y acciones por el otro. Asi cada personaje que hace algun comentario atinado sobre la locura que está cometiendo el protagonista responde en forma misteriosa y supuestamente inteligente, con una aprovacion del director.
Y finalmente se da la aprobación ultima por parte del director. Cuando el protagonista está por morir, delirando, desesperado, el director decide otorgarle una epifania y es entonces, en sus ultimos momentos, que el protagonista tiene una revelacion sobre el sentido de la vida. Ahi, en la soledad, donde nadie realmente puede corroborar que es lo que le pasaba por la cabeza, el protagonista llega a la conclusion que "la dicha verdadera es la que se comparte". Y asi el director le dice a una generacion de adolecentes de clase media que para llegar a la verdad hay que retirarse a la montaña sin siquiera un mapa, alli está la escencia de ser espiritual.
Pero ni siquiera Los Autenticos Decadentes llegan tan lejos como la película, en tomarse seriamente esta proclama. Cuando uno escucha el tema "La guitarra" (y lo pone en contexto con otros temas como "Los piratas"), se ve claramente un reconocimiento de la hipocresía de una persona que vive de sus padres, pero a la vez se llena la boca con palabras como "independencia" y "libertad".
Sean Penn, sin embargo, hace de esta proclama un asunto serio. En su película "Into the wild", detalla la vida de Chris McCandless, un joven que luego de una infancia traumática, decide donar sus ahorros a caridad y salir a recorrer el mundo. Despojarse de sus pertenencias y recorrer el país con destino final Alaska. ¿Su objetivo una vez allí? Vivir fuera de la sociedad, volver a la naturaleza, a un estado primario.
Como sinopsis, el párrafo anterior es una excelente premisa. El problema está en que la película basa su historia en hechos reales. Y es entonces cuando nos vemos obligados a observar durante 2 horas una batalla entre los hechos "duros" que se nos presentan como fruto de una investigación, por un lado, y las interpretaciones del escritor Jon Krakauer y luego del director Sean Penn por el otro.
- El review que sigue continene spoilers -
La primera batalla ocurre en una reunión familiar luego de que el protagonista se graduara. La idea es que se nos va a presentar a la dinámica de la familia, como primera muestra de la clase de padres que tiene el protagonista. En esta escena ocurre un intercambio más que interesante. Los padres lo felicitan, nos enteramos que el protagonista tiene 24.000 dólares de ahorros que va a utilizar para ir a Harvard, los padres ofrecen pagarle el resto y como muestra de su felicidad ofrecen comprarle un auto nuevo. Es ahí que tenemos la primer muestra clara de la doble historia que ocurre en esta película, por un lado la historia que el director querría contar, y por el otro lado la historia que cuenta lo que se ve en escena. La reacción del protagonista es extraña, fuera de lugar. En primer lugar, no quiere un auto y está bien, es comprensible que una persona quiera quedarse con su auto viejo (encariñamiento, no querer ostentar, no querer hacer entrar a sus padres en gastos), pero no es comprensible que de repente se ponga agresivo, ofendido. Acusa a los padres de "querer aparentar" y de que no quiere cosas nuevas, y después enfatiza "cosas, cosas, cosas". Esa es la escena, puesta para mostrar (utilizando detalles aledaños) que los padres del protagonista son crueles marionetas de una sociedad de consumo, seres fríos y estructurados mientras que el protagonista es un futuro Budha que rechaza regirse por las normas de una sociedad de consumo.
Pero cuando uno analiza la escena un poco mas profundamente, esta se revierte. Y es el protagonista el que queda como un desagradecido... y un hipócrita. Porque al fin y al cabo, su auto viejo también es una "cosa". Es una "cosa" a la que muchas personas de su edad no acceden... un auto y 24.000 dólares en la cuenta bancaria. Pero claro, para un chico de clase media alta que ya se perfila en un rebelde que va a liderar una rebelión espiritual, tener un auto viejo puede ser algo normal y aceptable, pero tener un auto nuevo (no tan nuevo, según asegura su madre, solamente mas seguro), es un acto impío. Una aberración frente a sus altos estándares morales. Y asi, lo que en cualquier situacion sería no mas que un berrinche adolecente, en esta pelicula es un indicio de espiritualidad.
El resto de la película sigue en ese doble tono. Por un lado, se nos presenta el cliché de la sociedad de consumo y el héroe que la escapa. Por el otro lado, el escritor tiene que presentar hechos innegables, producto seguramente de su investigación, que contradicen la interpretación.
El protagonista dona toda "su" plata a caridad y se va a recorrer el país. Durante las siguientes 2 horas, presenciamos una serie de berrinches de adolescentes, que serían una excelente película si no fuera porque de alguna forma se los pone en una luz agradable, como los actos de un alma elevada espiritualmente. Incluso es poco plausible la “justificación” de fondo para este viaje espiritual. La infancia “traumática” resulta ser dos padres que se pelearon, amenazaron con divorciarse, no se divorciaron, pero se siguen llevando mal (incluyendo un episodio de violencia fisica del padre a la madre). O sea que estamos ante un caso de “niño rico que siente tristeza”.
Incluso los personajes se rebelan contra el director y escritor. Cuando la mayoría de los personajes que el protagonista se encuentra en su camino tratan de poner cordura, el director presenta al protagonista como un incomprendido... nunca errado, solamente incomprendido. Dueño de una verdad superior.
En el desfile siguiente de personajes que el protagonista encuentra en su camino, se destaca Wayne, interpretado en forma excelente por Vince Vaughn. Y yo creo que la película hubiera sido excelente si hubiera sido un gran dialogo entre estos dos personajes.
Empieza con Chris, el protagonista, preguntándole a Wayne como cazar animales. Lo cual lleva a la pregunta.
- Wayne- Vivir al aire libre, por qué la fascinación?
- Chris- Voy a Alaska!
- Wayne (mirada sarcástica)- Alaska Alaska? o... la ciudad de Alaska? Porque en la ciudad Alaska tiene almacenes... No en Alaska como un todo, pero en la ciudad tienen mercados.
- Chris- No.. Alaska ALASKA. Me voy, me voy al carajo. Por cuenta propia. Sin mapas, sin hachas, sin reloj, sin nada, nada. Salir, y estar ahí afuera. Solamente estar ahí afuera. Grandes montañas, ríos, cielo, fauna. Estar ahí, en la naturaleza (in the wild).
- Wayne- En la naturaleza! si.... Bueno, imaginemos que estamos en la naturaleza. Llegamos a la naturaleza, y entonces… ¿entonces qué pasa?
Pero el director entiende lo que pasa, como mucha gente "entiende" lo que pasa cuando uno deja la civilización. Uno deja la ciudad, se va a la montaña, y de repente todos los problemas se acaban. Uno se encuentra con su propio yo, y llega al Nirvana. O al menos eso es lo que piensa mucha gente. Gringos que vienen a Argentina, porteños que se van "al sur". Siempre está esa visión idealizada de irse "into the wild". Siempre existe esa versión idealizada de los pueblos, en donde la gente tiene una mejor vida, mas cercana a la naturaleza, de alguna forma mas real.
Y en esta película se lleva esa visión, típica de la gente de clase media, al extremo. Yo, un niño mimado, pido unos consejos de caza a un extraño y me voy a la naturaleza a vivir en una choza, a cazar con mis propias manos. Porque vivir así es trivial, cazo ardillas y cada tanto un alce; uso un librito (pocket edition) para identificar plantas comestibles; y así vivo. Si unos indios de mierda/pueblerinos de mierda lo hacen, ¿tan difícil no debe ser, no?
Porque dejemos claro que esto es lo que se presenta en la película. No es la historia de un hombre que luego de sacrificarse toda su vida para obtener lo que tiene decide dejarlo todo para reencontrarse espiritualmente. Tampoco es la historia de un iluminado que decide retirarse al bosque. Tampoco es la historia de una persona que se prepara seriamente para enfrentar lo que significa vivir "in the wild". Es la historia de un chico que está enojado con sus padres y por eso tira todo lo que estos le dieron, se compra un librito de flora comestible y se va a vivir una temporada a una zona peligrosa en Alaska. Y se tiene la soberbia de presentar esta historia como algo viable e incluso loable. Es totalmente posible para un joven de clase media salir a "tocar de oído". Algo que gente que vive en la zona aprende en años y ejecutan con precaución, o que pueblos originarios pueden pasar como enseñanzas a través de generaciones, es una tarea simple para un loco lindo que se escapa de su casa en la ciudad.
La película podría haber sido dos buenas películas. Podría haber sido la historia de alguien que por imprudencia sale a hacerse el loco a Alaska y termina encontrando una situación que lo supera. O podría haber sido la historia de una persona que racionalmente decide abandonar la sociedad y retirarse a vivir solo luego de una preparación adecuada, para luego encontrar algún tipo de iluminación espiritual. Lamentablemente la película es un híbrido entre estas historias. Por un lado los datos que se presentan se inclinan a la primer historia, por el otro lado la interpretación, énfasis y datos que se inventan se inclinan a la segunda historia.
Se pueden hacer muchas otras consideraciones solo con mirar la película. Pero como esta película narra hechos reales, se puede también hacer otras consideraciones que se desprenden de investigar un poco en internet. Ahí se termina de enterrar el carácter heroico del personaje. Tenemos entonces que la muerte del protagonista hubiera sido evitable de haber tenido un mapa de la zona (provisiones de emergencia convenientemente ubicadas y una ruta de escape de la trampa en la que queda encerrado). Tenemos también que el lugar al que el protagonista se retira y donde finalmente muere no es realmente "wild" si no que es un paraje de gente que hace travesía por la zona. El protagonista muere literalmente en un refugio para exploradores, abandonado en esa época del año por ser una época peligrosa, pero frecuentado por cualquiera que decida salir de excursión. Y finalmente tenemos que la zona donde muere no es un lugar de gran belleza como los paisajes que se muestran en la película, si no un pantano infestado de mosquitos, algo no tan inspirador.
Es por eso que esta pelicula es en algun sentido una lucha entre director/escritor con su mirada por un lado y personajes con sus palabras y acciones por el otro. Asi cada personaje que hace algun comentario atinado sobre la locura que está cometiendo el protagonista responde en forma misteriosa y supuestamente inteligente, con una aprovacion del director.
Y finalmente se da la aprobación ultima por parte del director. Cuando el protagonista está por morir, delirando, desesperado, el director decide otorgarle una epifania y es entonces, en sus ultimos momentos, que el protagonista tiene una revelacion sobre el sentido de la vida. Ahi, en la soledad, donde nadie realmente puede corroborar que es lo que le pasaba por la cabeza, el protagonista llega a la conclusion que "la dicha verdadera es la que se comparte". Y asi el director le dice a una generacion de adolecentes de clase media que para llegar a la verdad hay que retirarse a la montaña sin siquiera un mapa, alli está la escencia de ser espiritual.
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